Trump, un mal menor

A falta de dos días para las elecciones presidenciales de los Estados Unidos de América, las luchas por el control del país siguen creciendo. Los medios de comunicación están haciendo una campaña de desprestigio, atacando la imagen pública del candidato a la presidencia Donald Trump como si no hubiera un mañana.
Donald Trump tal vez no sea una persona seria y ética, pero no es menos que nadie. Es un personaje muy controvertido y sin pelos en la lengua. La campaña de los medios está haciendo un efecto contrario para una gran mayoría y un efecto un tanto raro para otros. El candidato Trump está siendo vilipendiado por sus propios compañeros de partido aun sabiendo éstos qué actitud y formas tenía, pero dichas críticas desde sus bases está siendo bastante fuerte y no es por la controversia de Trump al hablar mal sobre otros. Trump está siendo atacado por su política extranjera, - y no me refiero al tema de la inmigración o al famoso muro de México- al querer que su país deje de ser la policía del mundo, esto lo celebraríamos muchos como un éxito rotundo en caso de que saliera victorioso y otros lo lamentarían, sobre todo las empresas y fábricas que se lucran con las guerras. Pero donde se ve que hace bastante daño sus palabras es a la hora de querer hacer las paces con su archi enemiga Rusia, establecer un diálogo próspero con unas relaciones internacionales como nunca han tenido con Putin favorecería el mercado para ambos países y relajaría las tensiones para los que estamos en el medio de la disputa; Europa.

Seguir lo políticamente correcto para no ser atacado por los demás

Estamos viviendo una etapa de la vida en la que seguir un pensamiento diferente a los del resto puede suponer una desventaja para todo. Nuestras ideas no difieren mucho de las del vecino, pero siempre uno u otro tratará de contradecir sus ideas para no ser señalado por el resto, aun sabiendo en su interior que no quiere hacerlo.
Seguimos una corriente de ideas porque ahora mismo es una moda. En la siguiente década los dioses sabrán cuales serán los cáuces que llevarán los pensamientos.

Si seguimos las pautas que marcan lo "políticamente correcto" de la vida, Trump no ganará las elecciones presidenciales de los Estado Unidos de América. En un país en el que los medios de comunicación tienen un poder persuasor, capaz de hacer ver a sus ciudadanos que lo blanco es negro pese a tener las evidencias contrarias en sus caras. ¿Cuántos casos de asesinatos, pese a estar grabados por cámaras, se cometen por partes de la policía estadounidense? Cientos e incluso aun habiendo pruebas de que un acto es una ejecución, los medios dan la vuelta a la tortilla y hacen víctima al asesino y culpable a la víctima.
Si extrapolamos este caso a las elecciones presidenciales, los medios estadounidenses y los del resto del mundo están a favor de la candidata a las elecciones Hilary Clinton. Y desde luego no es por ser un político con ética y moral, no. Clinton es una sádica y una bocachancla peor que Trump, donde por sus propias palabras ha reconocido haber financiado al Estado Islámico. Una pájara que está a favor de los derrocamientos de líderes en otros países para luego intervenir política y militarmente dichos países para un control total como una plaga de mosquitos. Sí, esa que quiere hacer ver al resto del mundo que es una alternativa auténtica pero que en el fondo - y no tan en el fondo- esconde unos propósitos que asustarían al mismísimo Bush.

¿Sabéis por qué ganará Hilary las elecciones? Por el simple hecho de ser mujer. Muchos me acusarán de machista y de todo por esta afirmación, pero es la pura realidad. Van a seguir el mismo caso que Obama, aquel que prometió a su país retirar las fuerzas militares, acabar con las guerras, cerrar Guantánamo y nada más lejos de la realidad lo que ha hecho es aumentar todo lo que dijo. Y ¿sabéis por qué fue elegido Obama? Por el simple hecho de ser negro, nada más. Estados Unidos quiere hacer creer al resto del mundo que será una potencia mundial equitativa y políticamente correcta al realizar estas cosas. Pero a mí no me la cuelan.

Las sombras se agitan

Los que tenemos la capacidad de ver más cosas de las que realmente se dicen, sabemos muy bien quienes realmente controlan un país. Un país no es gobernado por un títere que da su cara para recibir los golpes de las cosas que hace o deja de hacer, no, un país es controlado por los que promueven la economía del mismo y quienes tienen el poder para hacer o dejar de hacer. Simplemente.

Si la carrera presidencial ha mantenido aún activo a Donald Trump y no ha sufrido ningún percance contra la salud del mismo, pese a que los medios están haciendo una ofensiva bastante grande e incluso así está haciendo que se refuerce, es porque lo está haciendo bien. Podéis haceros una idea del poder que tienen estas sombras viendo como a lo largo de la carrera presidencial ha sido atacado y repudiado por los suyos. Aquellos quienes desde un principio apoyaron a su candidato y que cuando veían que se igualaban en intención de votos con la parte contraria, echaban fuego por la boca. JFK perdió la vida por mucho menos y eran tiempos mucho más peligrosos.

Por eso digo, que Trump es un mal menor pese a todo. Dudo que por mucho que hable mal de algo o de alguien, por mucho que su política sea la de cerrar fronteras - cosa que no sucederá aunque gane -, o por mucho que diga que hará, Trump seguirá la agenda que le marcan los mercados, simplemente.