El ataque de hoy y sus consecuencias

Hoy se ha llevado a cabo un ataque terrorista contra la sede del gobierno del PP en la famosa calle Génova. El individuo que ha llevado a cabo este ataque contra contra la sede del Partido Popular es un empresario de 34 años arruinado. Como a muchos de nosotros nos ha afectado el drástico rumbo que nos ha llevado a la ruina, este "hombre" en un ataque de locura, le ha llevado a realizar un intento fallido de “ataque suicida” contra la sede del PP situado en Calle Génova. ¿Por qué digo “ataque suicida”? Pues porque este individuo de 34 años y empresario arruinado, llevaba el coche en cuestión cargado de bombonas de gas butano con la intención de que en el momento en el que se estrellara explotase y causara la muerte a los políticos allí presentes “porque es lo que se merecen” según palabras del detenido.

“El detenido, un parado que según fuentes policiales padece esquizofrenia y tiene problemas con las drogas, asegura que lo hizo “contra toda la clase política”.

El problema de este atentado contra la sede del PP va a acarrear serios problemas para la ciudadanía. Con la reciente “Ley Mordaza” interpuesta y aprobada con mayoría absoluta por el PP en el congreso vamos a ver nuestros derechos como ciudadanos todavía más restringidos que antes. Este ataque creará un estado de paranoia en el gobierno y dentro de poco tiempo será imposible acceder por dicha calle con coche. En cuestión de meses o incluso días diría yo, veremos una fuerte presencia policial en las calles registrando vehículos particulares con la excusa de encontrar artefactos o sustancias explosivas, viendo nuestra libertad, que cada vez está más limitada, aún todavía más perseguida por los perros del sistema. Incluso me atrevo a decir que prohibirán que un ciudadano pueda transportar una bombona de gas en su coche particular.

Es muy raro todo esto. Justo ahora con la entrada de la “Ley Mordaza” ocurre un acto de semejante envergadura. No se... Esto me huele a chamusquina. Desde mi punto de vista creo que esto va a obligar a la policía a tener un fuerte despliegue policial en la sede del Partido Popular y en otros establecimientos gubernamentales.