Los boticarios coinciden en que el número de enfermos que no se llevan todos los fármacos recetados por el médico va en aumento · El Colegio realizará un estudio
Los farmacéuticos lo llevan advirtiendo un par de meses: cada vez hay más pacientes que cuando llegan a la botica no se llevan todas las medicinas que les ha recetado el médico. No hay ningún estudio que explique este comportamiento, pero los profesionales coinciden en la impresión de que es simple y llana falta de dinero. Y es que en poco tiempo se han sumado los efectos de la crisis, el copago y el medicamentazo. La conclusión a la que llegan es que hay enfermos crónicos que empiezan a abandonar la medicación por falta de recursos. El Colegio de Farmacéuticos de Málaga va a iniciar un estudio para conocer las causas de esta falta de adherencia a los tratamientos.
"No se la toman porque no pueden pagarla. Pero ese ahorro inmediato es un problema para el futuro porque tiene un efecto boomerang", sostiene el presidente de la asociación empresarial Aprofarma, Alfonso Monllor. Para este boticario, la causa fundamental es la crisis. "Hay miles de parados que ya han agotado todas las ayudas y entre esos parados hay enfermos", afirma. En su opinión, "el copago ha sido la guinda" para dificultar aún más a las familias afrontar la factura farmacéutica. Incluso comentaba que acababa de remitir a los Servicios Sociales municipales a un hombre insulodependiente, en paro y sin ingresos que no podía costearse la insulina.
Otros farmacéuticos reparten las culpas a partes iguales entre la crisis, el copago -que el Gobierno implantó el 1 de julio pasado- y el medicamentazo -que es la exclusión de la financiación de 417 medicamentos, también dispuesta por la Administración central y que empezó a aplicarse el 1 de septiembre-. "El abandono de la medicación empeora un problema de salud y a la larga es más caro. El supuesto ahorro el paciente luego lo paga en salud y a la larga hay un gasto en atención urgente", reflexionaba otro boticario de la capital. Como ejemplo ponía los tratamientos para el colesterol. Si se dejan, el enfermo no nota nada; pero con el tiempo puede sufrir un ictus o un infarto.
Entre los pacientes que abandonan la medicación hay sobre todo enfermos crónicos de patologías que no dan síntomas inmediatos. Algunos la dejan porque están en paro, no tienen ya ningún ingreso y no pueden afrontar el coste. Esos pacientes son más jóvenes. Pero el perfil típico del enfermo crónico que abandona el tratamiento por falta de recursos es el de un jubilado polimedicado al que la pensión no le llega. Y es que ahora, estos usuarios tienen que pagar unas medicinas por las que antes no abonaban nada. Los topes mensuales son de 8, 18 o 60 euros, según la renta. Pero hasta finales de agosto, el coste para ellos era 0. Además, si tienen que tomar alguno de los fármacos incluidos en el medicamentazo, deben sufragarlos en su totalidad.
Otro boticario de la capital apuntaba: "Cada vez oímos más esa frase de 'esto ya no me lo tomo'. Algunos incluso lo dejan por el rebote de tener que pagar".
"No se la toman porque no pueden pagarla. Pero ese ahorro inmediato es un problema para el futuro porque tiene un efecto boomerang", sostiene el presidente de la asociación empresarial Aprofarma, Alfonso Monllor. Para este boticario, la causa fundamental es la crisis. "Hay miles de parados que ya han agotado todas las ayudas y entre esos parados hay enfermos", afirma. En su opinión, "el copago ha sido la guinda" para dificultar aún más a las familias afrontar la factura farmacéutica. Incluso comentaba que acababa de remitir a los Servicios Sociales municipales a un hombre insulodependiente, en paro y sin ingresos que no podía costearse la insulina.
Otros farmacéuticos reparten las culpas a partes iguales entre la crisis, el copago -que el Gobierno implantó el 1 de julio pasado- y el medicamentazo -que es la exclusión de la financiación de 417 medicamentos, también dispuesta por la Administración central y que empezó a aplicarse el 1 de septiembre-. "El abandono de la medicación empeora un problema de salud y a la larga es más caro. El supuesto ahorro el paciente luego lo paga en salud y a la larga hay un gasto en atención urgente", reflexionaba otro boticario de la capital. Como ejemplo ponía los tratamientos para el colesterol. Si se dejan, el enfermo no nota nada; pero con el tiempo puede sufrir un ictus o un infarto.
Entre los pacientes que abandonan la medicación hay sobre todo enfermos crónicos de patologías que no dan síntomas inmediatos. Algunos la dejan porque están en paro, no tienen ya ningún ingreso y no pueden afrontar el coste. Esos pacientes son más jóvenes. Pero el perfil típico del enfermo crónico que abandona el tratamiento por falta de recursos es el de un jubilado polimedicado al que la pensión no le llega. Y es que ahora, estos usuarios tienen que pagar unas medicinas por las que antes no abonaban nada. Los topes mensuales son de 8, 18 o 60 euros, según la renta. Pero hasta finales de agosto, el coste para ellos era 0. Además, si tienen que tomar alguno de los fármacos incluidos en el medicamentazo, deben sufragarlos en su totalidad.
Otro boticario de la capital apuntaba: "Cada vez oímos más esa frase de 'esto ya no me lo tomo'. Algunos incluso lo dejan por el rebote de tener que pagar".
Fuente: Málaga Hoy
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